Un enfoque técnico, urbano y centrado en el usuario
Las marquesinas de autobús son elementos clave del mobiliario urbano que sirven como punto de espera para los pasajeros del transporte público. Su diseño no solo afecta la experiencia del usuario, sino también la estética del entorno y la eficiencia del sistema de transporte. A lo largo del proceso intervienen arquitectos, ingenieros, diseñadores industriales, urbanistas y autoridades municipales.
1. Estudio previo y planificación urbana
Antes de diseñar una marquesina, se realiza un análisis urbanístico y de movilidad. Este diagnóstico incluye:
- Ubicación estratégica: Cerca de paradas de autobús, estaciones de metro, hospitales, colegios o centros comerciales.
- Análisis de tránsito peatonal y vehicular.
- Volumen de pasajeros: Se estima la cantidad de personas que utilizarán esa parada en distintas horas del día.
- Condiciones climáticas locales: Sol, viento, lluvia, nieve, humedad.
- Disponibilidad de espacio público y obstáculos: Aceras, árboles, señales de tráfico, accesos a viviendas o comercios.
El objetivo es garantizar la colocación adecuada de la marquesina, sin entorpecer la circulación de peatones ni del transporte público.
2. Diseño estructural y materiales
La marquesina debe ser resistente, segura y duradera. En esta fase se definen:
a) Estructura principal:
- Materiales comunes: Acero galvanizado, aluminio, hierro tratado, acero inoxidable.
- Propiedades deseadas: Resistencia a la corrosión, bajo mantenimiento, robustez frente a vandalismo o accidentes.
b) Cubierta:
- Materiales: Policarbonato, cristal templado, paneles metálicos, metacrilato.
- Criterios de elección: Transparencia para visibilidad, resistencia a la intemperie, protección UV.
c) Laterales y respaldo:
- Suelen ser de vidrio templado para mantener visibilidad y seguridad.
- Algunos modelos incorporan paneles fotovoltaicos o pantallas digitales.
d) Asientos o apoyos isquiáticos:
- Se diseñan para ocupar poco espacio, facilitar la limpieza y ser accesibles.
- Material: Polietileno, madera tratada, metal o composite.
3. Diseño funcional y ergonómico
Una buena marquesina de autobús responde a las necesidades reales del usuario. Por eso se consideran:
a) Protección climática:
- Techo con inclinación para evacuar el agua.
- Laterales que protejan del viento y la lluvia.
- Tratamiento UV en los paneles para evitar el sobrecalentamiento.
b) Accesibilidad universal:
- Espacio para sillas de ruedas.
- Señalización en braille o pictogramas.
- Altura adecuada para personas con movilidad reducida.
- Zonas podotáctiles (para personas ciegas) en el suelo.
c) Iluminación:
- Luz LED de bajo consumo, para seguridad nocturna.
- Sistemas automáticos con sensores de presencia o programadores horarios.
d) Seguridad:
- Visibilidad total del interior.
- Vidrios de seguridad o anti-vandálicos.
- Fijación robusta al suelo para evitar desplazamientos o vandalismo.
4. Componentes complementarios
Además del refugio, una marquesina puede incluir otros elementos útiles:
- Panel de horarios y rutas: De vinilo, acrílico o digital.
- Mapa de la red de transporte.
- Pantallas digitales en tiempo real.
- Publicidad estática o digital (MUPI): Suelen financiar parte del coste de la marquesina.
- Papeleras integradas.
- Puerto USB o cargador solar.
- Punto Wi-Fi (en diseños avanzados).
- Estación meteorológica o sensores ambientales.
5. Sostenibilidad y tecnología
Las marquesinas modernas incluyen soluciones de diseño ecológico:
- Paneles solares para la alimentación de luces o pantallas.
- Recolección de agua de lluvia para riego urbano.
- Materiales reciclables o reciclados.
- Estaciones verdes con jardines verticales o techos vegetales.
También se integran en las smart cities, funcionando como:
- Puntos de recolección de datos del entorno.
- Interfaces de información ciudadana.
- Estaciones interactivas para el usuario.
6. Diseño estético y adaptabilidad urbana
El diseño debe integrarse con el entorno, respetar la identidad de la ciudad y mantener coherencia visual. Algunas ciudades personalizan sus marquesinas para reflejar su patrimonio cultural o arquitectura.
Por ejemplo:
- Diseños clásicos en cascos históricos.
- Modelos minimalistas en entornos contemporáneos.
- Colores y materiales que armonicen con el mobiliario urbano existente.
7. Normativas y homologación
Las marquesinas deben cumplir con:
- Normativas locales y nacionales de accesibilidad (como la UNE-EN 17210 en Europa).
- Reglamentos de seguridad y resistencia al viento, nieve, fuego, etc.
- Normas de señalización y mobiliario urbano establecidas por ayuntamientos o consorcios de transporte.
En muchos casos, las empresas fabricantes deben homologar sus diseños con las autoridades competentes antes de instalar.
8. Fabricación, instalación y mantenimiento
Una vez aprobado el diseño, se pasa a la fabricación industrializada, garantizando precisión y eficiencia. El proceso incluye:
- Corte y soldadura de metales.
- Tratamientos anticorrosión.
- Ensamblaje y testeo de iluminación o componentes digitales.
- Envío e instalación in situ.
Tras la instalación, es clave un plan de mantenimiento periódico, que puede incluir:
- Limpieza mensual.
- Revisión de estructuras y anclajes.
- Sustitución de cristales dañados.
- Reparación de sistemas electrónicos.
El diseño de una marquesina de autobús es mucho más que una simple cubierta: es una obra de ingeniería urbana pensada para proteger, informar, integrar y servir. Combina resistencia técnica, comodidad humana, estética, sostenibilidad y tecnología. Su correcto diseño mejora la experiencia de los ciudadanos, promueve el uso del transporte público y embellece la ciudad.